Venid y lo veréis
Señor nuestro Dios, te damos gracias por la ayuda que nos has dado una y otra vez para permanecer delante de ti, regocijándonos en la certeza de la fe. Te damos gracias por guiar y dirigir nuestras vidas y permitirnos vislumbrar el destino futuro, un destino que será revelado a todos los pueblos. Acompáñanos en momentos de silencio cuando parece que estamos solos. Guárdanos firmes y fuertes durante la tentación y todo el alboroto de la vida. Ayúdanos a permanecer inconmovibles, pues caminas con nosotros, nos sostienes de tu mano, y puedes elevarnos por encima de todo lo que no perdura. Amén.