Ue. Madre Bernarda Bütler

Institución Educativa dedicada a formar personas con PAZ y BIEN

Señor, Dios nuestro, venimos a ti agobiados y arrastrados por todo tipo de necesidad y opresión, sin embrago, tú traerás luz en cada situación; en tu gran bondad y fidelidad tú nos seguirás ayudando. Nosotros venimos a ti porque tú nos ayudas. Queremos obtener fuerza de tu Palabra para poder permanecer firmes en estos tiempos, esperando por tu ayuda, encontrando certeza y alegría en nuestra esperanza. Porque tu reino viene y tu voluntad se está realizando en cielo y tierra. Amén. 

Señor y Dios nuestro, estamos ante ti y nos regocijamos porque deseas consolarnos y ser nuestro Padre. Vivimos una época oscura y perversa en donde naciones enteras se lamentan y quejan. Nuestra necesidad se eleva al cielo, clamando a ti: "Ayúdanos, Señor, Dios nuestro" Que en todas las cosas se haga tu voluntad y que venga tu reino. Nuestra tarea es pedirte a ti todo el tiempo, orando: “¡Oh Señor Dios, ven en Cristo Jesús, Señor y Salvador del mundo entero!” Porque de este a oeste, de sur a norte y entre todas las naciones, Cristo Jesús es el Señor y Salvador. Alabado sea tu nombre por habernos dado al Señor. Amen. 

Señor, Dios nuestro,tú eres nuestro refugio. Nuestra esperanza está en ti, porque tu propósito nunca fallará y tu promesa se cumplirá. Creemos esto con firmeza, es así como obtenemos fuerza cada día. Aun cuando nuestra vida trae dolor, no queremos llorar. Queremos esperar, creer y perseverar hasta que llegue tu día. Tu reino vendrá a la tierra y mientras tanto tú cuidas de tu gente. Todos los días en medio de los sucesos del mundo habrá personas quienes esperan por ti, quienes te pertenecen, y quienes están firmemente arraigadas a la gracia de Cristo Jesús hasta que el tiempo se cumpla. Amén. 

Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos. Hebreos 11, 1

Señor, Dios nuestro, porque tú obras en nosotros y en nuestras vidas te damos gracias, tú nos muestras compasión, sin importar la cruz que debemos soportar. Deseamos regocijarnos en ti y esperar pacientes hasta que se haya cumplido tu propósito y tu reino se levante en la tierra. Protege a cada uno de nosotros. Que nuestros corazones obtengan fuerza y alegría inagotable en Cristo Jesús el Salvador, esperando y creyendo constantemente, siempre buscándote a ti. Porque tú eres el Dios todopoderoso, quien vendrá en Cristo Jesús para establecer su reino entre los pueblos y al final revelar su verdad y plenitud. Entonces el conocimiento de tu voluntad se extenderá a todas las naciones, el bien y el mal vendrán ante ti y serán juzgados según tu misericordia y amor incondicional. Amén.