"Amigo mío, se te perdonan tus pecados"
Señor, que la esperanza de tu venida me impulse a vivir de una manera diferente, que se me note en mi ánimo el saberme salvado.
Señor, que la esperanza de tu venida me impulse a vivir de una manera diferente, que se me note en mi ánimo el saberme salvado.
Señor mío, con la fuerza de tu Espíritu extermina la altanería de mi corazón, haz que mis oídos sordos oigan las palabras de tu santo libro; que mis ojos ciegos vean sin tinieblas ni oscuridad; que mi mente oprimida vuelva a alegrarse en ti, Señor, y que en mi pobreza pueda gozarme en ti, el Santo de Israel.
Señor, te pido que por los méritos de san Andrés, apóstol, pueda yo ser un testigo fiel de que vives en mí, y que la gente, al verme, pueda verte a ti.
Padre bueno, dame de ese Espíritu que hiciste reposar en Jesús, ese Dador de los siete dones. Dame sabiduría para saborear cada situación en mi vida, intelegencia para entenderme y entender a mis hermanos, consejo para llevarte a la vida de mis hermanos, fortaleza para permanecer firme en la tribulación, ciencia para penetrar en tus misterios insondables, piedad para que a cada instante crezca en mí el deseo de estar en intimidad contigo y un santo temor de ofenderte que me lleve a huir de las ocasiones de pecado; dame tu Espíritu de vida para configurarme con tu Hijo Jesús, mi Señor.
Señor Dios misericordioso, que alientas nuestra esperanza mediante el amor de tu Hijo y que nos das constancia de que nunca nos abandonas y estás siempre ahí como Dios con nosotros, haz que nos preparemos con docilidad a la venida de tu Hijo, para que cuando llegue nos encuentre en vela y oración y merezcamos así, el premio a los criados buenos y fieles. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén