Ue. Madre Bernarda Bütler

Institución Educativa dedicada a formar personas con PAZ y BIEN

Tú, Señor, que todo lo recreas y lo haces nuevo, hazme una nueva persona. Que así como tu misericordia es nueva cada mañana, lo sea también mi amor y fidelidad a ti; quiero contribuir con la obra maravillosa de crear un cielo nuevo y una tierra nueva, haz de mí, Señor, un instrumento de tu amor.

Señor, me humillo ante ti, reconozco mi nada delante de tu todo, reconozco mis limitaciones delante de tu soberana omnipotencia; por eso, me declaro absolutamente necesitado de ti; necesito de tu gracia, de tu presencia, de tu amor, quiero participar del banquete que me has preparado, pues sé que la salvación, la gloria y el poder te pertenecen, porque tus sentencias son legítimas y justas.

Señor, me niego a ser normal, no permitas que me normalice bajo los términos del mundo; quiero ser una señal de contradicción como tú lo fuiste en esta tierra. Hazme, Señor, contradecir la injusticia, la tibieza y la indiferencia hacia ti. Que la dicha, la armonía y la felicidad, producto del encuentro contigo, haga que los demás se cuestionen, te buscen, te acepten y te amen profundamente.

Padre celestial, gracias por enviar a tu Hijo Jesús y por medio del Espíritu hacerme partícipe de la gracia santificante; te pido que, en virtud de ella, me formes para ser de los que acompañan al Cordero, tu Hijo, a donde quiera que va. Quiero ser de los rescatados de entre los hombres y de las primicias para ti y para el Cordero; revísteme de tu fuerza para que en mi boca no haya mentira y sea irreprochable ante ti.

Gracias, Señor, por la dulzura de tu mensaje, gracias porque es un deleite escuchar lo que te agrada y te complace; en verdad encuentro vida en lo que me propones. Pero, Señor, también encuentro la amargura de mi necedad y dura cabeza, encuentro que mi cuerpo se revela a cumplir tus preceptos y es como si me dirigiera a la muerte, pero me confío a ti, Señor, y aunque mucho cueste digerir las partes que me exigen en el Evangelio, lo acepto con agrado y disposición de corazón, solo te pido tu gracia para que esa amargura se traduzca en la felicidad de hacer lo que te agrada.