Ánimo, el Señor no nos ha abandonado.
Señor, a veces me parece difícil encontrar el equilibrio entre mis actividades diarias, el tiempo que debo dedicar a los míos y el tiempo para ti. No permitas que caiga en el juego del maligno de poner pretextos para descuidar alguno de estos roles tan importantes que me diste para atender y desarrollar. Amén.