Este relato viene a ilustrar en forma concreta el tema del seguimiento a Jesús, cuando Él subía a la barca "le siguieron los discípulos"
23. Jesús subió a la barca y sus discípulos le siguieron.
24. Se levantó una tormenta muy violenta en el lago, con olas que cubrían la barca, pero él dormía.
25. Los discípulos se acercaron y lo despertaron diciendo: '¡Señor, sálvanos, que estamos perdidos!'
26. Pero él les dijo: '¡Qué miedosos son ustedes! ¡Qué poca fe tienen!' Entonces se levantó, dio una orden al viento y al mar, y todo volvió a la más completa calma.
27. Grande fue el asombro; aquellos hombres decían: '¿Quién es éste, que hasta los vientos y el mar le obedecen?'
Mt.8,23-27,
Es decir, comenzaron a compartir su misma suerte. Pero su fe y confianza, el seguimiento se tambalea en las situaciones extremas donde la fidelidad al reinado de Dios exige incluso poner en juego la propia vida. Nos exige fe en el momento de la prueba "cuando las olas cubrían la embarcación" y no después de restablecida la calma
¡Buenos días en el Señor!