Que el Señor tenga compasión y nos bendiga, que nos mire con buenos ojos, para que todas las naciones de la tierra conozcan su voluntad y salvación. Salmos 67:1–2
Señor, Dios Todopoderoso, tú eres nuestro Padre y nosotros somos tus niños, quienes queremos vivir para ti por medio de Jesucristo, nuestro Señor. Fortalece y renueva nuestro corazón. Cuando el desanimo y temor tratan de engañarnos, que tu Espíritu Santo nos ayude a resistir una y otra vez, porque no importan cuáles dificultades nos enfrenten, tu buena voluntad se hace. Tu nombre será honrado; tu reino vendrá a todas las naciones. Tendrás dominio sobre todos los pueblos, porque te pertenecen a ti y deben reconocer que Jesucristo es el Señor, para honor a ti, Oh Padre. Amén.
Christoph Friedrich Blumhardt