Señor, tú has sido nuestro refugio por todas las edades. Desde antes que se formaran los montes y que existieran la tierra y el mundo, desde los tiempos antiguos y hasta los tiempos postreros, tú eres Dios. Salmos 90:1–2
Dios nuestro Señor y refugio eterno, bendice a nosotros que nos hemos reunidos en tu presencia,quienes tornamos a ti en toda angustia,no solamente por necesidad personal sino también por la angustia de las naciones y pueblos del mundo entero.Permítenos ser tus niños de fe sencilla,que nos da la fuerza para continuar trabajandoaun cuando la vida sea amarga y dura.Gracias por darnos tanta gracia, por ayudarnos y nunca abandonarnos,ya que así podemos encontrar alegría, glorificarte y alabarte una y otra vez,Padre nuestro.Alabado sea tu nombre arriba en el cielo y abajo entre nosotros.Alabado sea tu nombre entre toda la gente alrededor del mundo;que todos en la tierra te reconozcany reciban de ti todo lo que necesitan. Amén.
Christoph Friedrich Blumhardt