Santa Catalina de Siena

Señor nuestro Dios, esperamos en ti por nuestras muchas necesidades, en la aflicción de nuestro corazón, por la angustia de todo el mundo.

Suplicamos que tu luz llegue a tu pueblo en todas partes de la tierra, para llevarles tu ayuda y victoria. Acuérdate de los desdichados, los enfermos y los pobres. Que tu fuerza viviente llegue a ellos, para que puedan aguantar sus sufrimientos y mantenerse alegres hasta el final. Acuérdate de todos, oh Señor nuestro Dios, porque todos necesitamos de ti. Somos débiles y pobres, y no podemos continuar solos; tu Espíritu debe ayudarnos. Que venga el Salvador, y que su gracia y poder nazcan en nuestros corazones. Amén.

Mateo 11:25-30 

Jesús exclamó: "Te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los inteligentes y haberlas revelado a los simples niños. Sí, Padre, porque eso es lo que te ha gustado hacer. Todo me ha sido confiado por mi Padre; y nadie conoce al Hijo sino el Padre, como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiere revelarlo.

Venid a mí todos los que estáis fatigados y agobiados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Sí, mi yugo es fácil y mi carga ligera".

"Sé lo que Dios quiso que fueras y harás arder el mundo".

- Santa Catalina de Siena

By Patrick van der Vorst y Br Juan Carlos Arias Bonet