¿Por qué tus discípulos no ayunan?

Señor nuestro Dios, vive con nosotros. Tócanos con tu Espíritu, para que nuestros corazones reciban algo de ti. Permítenos tener gozo, incluso en esta vida de lucha y tentación; encontrar alegría en todas las necesidades que confrontamos, incluso en la agonía de la muerte. Protégenos por medio de tu Palabra, que siempre sea luz para nosotros, para que podamos seguirte y hacer tu voluntad. Acompáñanos en todos nuestros caminos. Guía todo con tu mano, hasta que se alcance el destino para toda la humanidad y podamos regocijarnos por encima de todas las pruebas y dificultades, porque al final recibiremos el premio glorioso. Amén.

Marcos 2: 18-22

EN aquel tiempo, como los discípulos de Juan y los fariseos estaban ayunando, vinieron unos y le preguntaron a Jesús:

«Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no?».

Jesús les contesta:

«¿Es que pueden ayunar los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos? Mientras el esposo está con ellos, no pueden ayunar.

Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán en aquel día.

Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto —lo nuevo de lo viejo— y deja un roto peor.

Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos; porque el vino revienta los odres, y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos».

Reflexión sobre la pintura

De las preguntas que la gente hacía en la lectura de hoy, podemos ver cómo malinterpretaron lo que es el ayuno. Consideraban el ayuno como un fin en sí mismo. Pero el ayuno es un medio, no un fin.

Como con cualquier otra práctica de nuestra fe, deberíamos ver el ayuno como un medio para acercarnos a Cristo. Jesús nos está diciendo hoy que el ayuno es bueno, pero en última instancia, conocer a Jesús es el punto principal y esencial de todas nuestras prácticas. Nos recuerda que cada práctica dentro de nuestra fe debe estar ahí para conocer, confiar y amar a Cristo aún más.

Nuestra pintura de la artista filipino-americana Rose Datoc Dall, representa a Jesús ayunando en el desierto. Se le ve cubierto con un chal de oración hebreo, un tallit. Tallit significa literalmente una "pequeña tienda" o armario en el que una persona puede cerrarse al mundo para rezar y pasar tiempo con Dios. Algunas pequeñas serpientes se arrastran a su alrededor queriendo distraer a Jesús y romper su ayuno. Jesús sabía que el ayuno como medio en sí mismo no era suficiente. Sin embargo, el ayuno combinado con la oración es muy poderoso.