Ser como niños...

Señor, en ti busco protección; ¡no me defraudes jamás! ¡Ponme a salvo, pues tú eres justo! Dígnate escucharme; ¡date prisa, líbrame ya! Sé tú mi roca protectora, ¡sé tú mi castillo de refugio y salvación! – Sal 31, 1-2

En aquel momento, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: -«¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?» Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo: -«Os aseguro que, si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mi. Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial. » Mateo 18, 1-5- 10

El fotógrafo alemán Jan Von Holleben, ya a la edad de 13 años, siguió la carrera fotográfica de su padre cogiendo una cámara y experimentando con todo tipo de ilusiones. Nuestra fotografía de hoy está tomada desde el techo mirando al suelo donde los niños están tumbados, creando una divertida y alegre escena callejera. Una escena muy creativa y en la que el fotógrafo es tan creativo e imaginativo como cualquiera de los niños. Después de estudiar para enseñar a niños discapacitados en Friburgo, se concentra ahora en la fotografía de niños.  

En nuestra lectura del Evangelio de hoy, Jesús se enfrenta a sus discípulos y señala los dones únicos que tienen los niños: inocencia, humildad y honestidad... y estos son todos los sellos de la verdadera grandeza. No debemos pensar, sin embargo, que Cristo tenía una noción ingenua de los niños como pequeños ángeles que nunca hacen mal. Como todos sabemos, ese no es el caso. Sin embargo, instintivamente tienden a confiar en su padre y su madre. Puede que no entiendan del todo por qué un padre les dice algo, pero lo aceptarán porque se dan cuenta de que viene de alguien que los ama y se preocupa por ellos. Cristo nos invita a tener esa misma confianza en Dios, sabiendo que nos ama y sólo quiere lo mejor para nosotros...

By Patrick van der Vorst y Br Juan Carlos Arias Bonet, LC