Santa María Bernarda, guardó siempre especial benevolencia y gratitud, por el convento de origen “María Hilf” y quiso conservar, para su nueva Familia Religiosa, el amor y la devoción que tenía a María Auxiliadora. Por esta razón, colocó su pequeña Congregación, bajo el patrocinio de “María Auxiliadora”.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Para celebrar dignamente este segundo día del triduo a Santa María Bernarda reconozcamos nuestros pecados:

Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes hermanos que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. 
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos, que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor. 

Amén.

Oración inicial 

Oh, Dios que suscitaste en el corazón de Santa María Bernarda, virgen, un amor compasivo hacia los pobres e indigentes y un ardiente celo para anunciar el evangelio, concédenos, por su intercesión, que amemos intensamente a nuestros hermanos y cooperemos a la venida de tu Reino. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.  

Vida de la Madre Bernarda

Verena Bütler a los 19 años entra en el convento de María Auxiliadora en Alstätten, Suiza donde el 4 de mayo de 1868 vistió el hábito religioso de las capuchinas y recibe el nombre religioso de María Bernarda del Sagrado Corazón de María.  Pronto es elegida administradora, después maestra de las novicias y más tarde superiora, lleva una vida sencilla y humilde. La relación con Dios es para ella lo más importante. Nada debe distraerla de crecer en la fe y en el amor.

Cuando Monseñor Schumacher, obispo de Portoviejo en Ecuador, describe la difícil situación de su pueblo y solicita una filial misional en su diócesis, María Bernarda considera esto como una llamada de Dios. El 19 de junio de 1888 María Bernarda junto con otras seis hermanas se pone en camino hacia Ecuador. Su fe y su fervor misional les dan la fuerza de sobrellevar la pena de la despedida de la separación definitiva de su país natal. 

Al principio, a las personas de Chone las hermanas les parecen extrañas. Pero pronto admiran su afán. María Bernarda, la que toma como fundamento de su actividad misional la oración, la pobreza, la fidelidad a la iglesia y las obras de caridad, se acerca a las personas de la localidad. Aprende el idioma y las costumbres de la gente, se dedica a la educación de la juventud, apoya a las familias y ayuda donde hay una indigencia. La gente pronto se deja invitar para conocer la fe cristiana más de cerca. A las hermanas las llaman “madre”. 

Texto bíblico: 

Juan 19,25-27

"Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa." 

Palabra del Señor.

Mensaje de la Madre Bernarda

Santa María Bernarda, guardó siempre especial benevolencia y gratitud, por el convento de origen “María Hilf” y quiso conservar, para su nueva Familia Religiosa, el amor y la devoción que tenía a María Auxiliadora.                                            

Por esta razón, colocó su pequeña Congregación, bajo el patrocinio de “María Auxiliadora”. 

Se preocupó para que en todas las casas, hubiera una imagen que recordara, a cuántos la vieran: “En esta casa gobierna María, como Auxiliadora y Reina”.

María es y será siempre, la Madre, Patrona y Auxiliadora nuestra.

“Que María Auxiliadora, nos lleve de su mano y nos conduzca a Jesús, Horno del Amor Divino”. 

 “La Virgen María, la Obra Maestra de la Santísima Trinidad, la llena de gracia, la más perfecta discípula de Jesucristo”, quién encarnó en la vida sus enseñanzas, es nuestra maestra y guía, en la búsqueda de la intimidad con Dios y en la escucha de su Palabra.               

La verdadera devoción a María consiste en la imitación de sus virtudes: “Rezar a María es bueno; alabarla y glorificarla es muy bueno; pero una cosa es y será mejor: seguir fervorosamente sus huellas”.

Bendición de Santa María Bernarda

El Señor nos unja y nos sature con el óleo de su gracia.
Bendiga nuestras acciones, enjugue nuestras lágrimas,
mitigue nuestras penas, nos fortifique en las angustias.
Y Él como Altísimo y Santísimo Dios y
misericordiosísimo Padre de los cielos,
nos haga crecer en confianza,
nos dé abundancia de paz en el corazón y
nos haga triunfar sobre todos los poderes del mal. Amén.

REFLEXIÓN DEL DÍA UEMBB.

ORACIÓN:

¡Oh alto y glorioso Dios!

ilumina las tinieblas de mi corazón.

y dame fe recta,

esperanza cierta y caridad perfecta,

sentido y conocimiento, Señor,

para que cumpla tu santo y veraz mandamiento.