Gracias, Señor, por la dulzura de tu mensaje, gracias porque es un deleite escuchar lo que te agrada y te complace; en verdad encuentro vida en lo que me propones. Pero, Señor, también encuentro la amargura de mi necedad y dura cabeza, encuentro que mi cuerpo se revela a cumplir tus preceptos y es como si me dirigiera a la muerte, pero me confío a ti, Señor, y aunque mucho cueste digerir las partes que me exigen en el Evangelio, lo acepto con agrado y disposición de corazón, solo te pido tu gracia para que esa amargura se traduzca en la felicidad de hacer lo que te agrada.

Evangelio

Lucas 19, 45-48

Aquel día, Jesús entró en el templo y comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban allí, diciéndoles: "Está escrito: Mi casa es casa de oración; pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones".

Jesús enseñaba todos los días en el templo. Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y los jefes del pueblo intentaban matarlo, pero no encontraban cómo hacerlo, porque todo el pueblo estaba pendiente de sus palabras.

Reflexión

San Pablo, escribiendo a los Corintios, nos dice que somos el templo del Espíritu Santo. Hoy Jesús nos dice que su casa, su templo, debe ser casa de oración.

Pensemos por un momento si nuestra vida interior se puede considerar una casa de oración o es en realidad un lugar lleno del ruido del mercado del mundo que está gritando dentro de nosotros y buscando vendernos sus necias ideas.

Por qué no invitamos hoy a Jesús para que, con su poder y autoridad, eche fuera a todos estos gritones, ponga nuestra vida interior en paz y así se convierta, como lo fue en María Santísima, en un verdadero lugar de encuentro con Dios.

Actio

Hoy buscaré tres cosas de la vida cristiana que en verdad me parezcan como un trago amargo, por la exigencia que me representan, y pediré a Dios la gracia de vivir cada una de ellas.

Oración Final

Dios mío voy a hacer todas mis acciones por vuestro santo y divino amor. En el Nombre del Padre, y Del Hijo y del Espíritu Santo Amén.

UEMBB
REFLEXIÓN DEL DÍA UEMBB.

ORACIÓN:

¡Oh alto y glorioso Dios!
ilumina las tinieblas de mi corazón.
y dame fe recta,
esperanza cierta y caridad perfecta,
sentido y conocimiento, Señor,
para que cumpla tu santo y veraz mandamiento.

Nosotros 

somos.