Señor, que sepamos agradecerte lo que vamos a recibir!

Alabado sea!

Señor, en el silencio de este día que nace, vengo a pedirte paz, sabiduría y fuerza.  Hoy quiero mirar al mundo con ojos llenos de amor.  Ser paciente, comprensivo, humilde, suave y bueno.  Ver a a tus hijos detrás de las apariencia, como lo ves tu mismo, para así poder apreciar la bondad de cada uno.  Cierra mis oídos a goda murmuración.  Guarda mi lengua de toda maledicencia.  Que sólo los pensamientos que bendigan permanezcan en mi.

Quiero ser tan bienintencionado y bueno que todos los que se acerquen a mí sientan tu presencia.  Revísteme de tu bondad señor y haz que en este día yo te refleje.  Amén.

Instrucciones:

Se trata de que hagas oración cada día. Todos los días puedes empezar el rato de oración con la "oración inicial para cada día" que está al inicio de este artículo; después leyendo con atención el "texto de cada día", a continuación hablas con Dios y con María; por último, terminas rezando la "oración final".

  1. PROHIBIDO CORRER: Es corto; no tengas prisa en terminar de reflexionar. No es leer y ya está. Dale tiempo a que Ella te hable.
  2. LO QUE NO ESTÁ ESCRITO... ¿Sabes qué es lo mejor de este texto? Lo que no está escrito y tú le digas; la conversación que tú, personalmente, tengas con Dios.

TEXTO DE CADA DÍA.

Ser agradecidos. 

  • Estando el Maestro haciendo oración, se acercaron a él los discípulos y le dijeron:
  • «Señor, enséñanos a orar».
  • Y él les enseñó del siguiente modo: «Iban dos hombres paseando por el campo cuando, de pronto, vieron ante ellos a un toro enfurecido. Al instante, se lanzaron hacia la valla más cercana, con el toro pisándoles los talones. Pero no tardaron en darse cuenta de que no iban a conseguir ponerse a salvo, de modo que uno de ellos le gritó al otro: "¡Estamos perdidos! ¡De ésta no salimos! ¡Rápido, di una oración!"
  • Y el otro le replicó: "¡No he rezado en mi vida y no sé ninguna oración apropiada!" "¡No importa: el toro nos va a pillar! ¡Cualquier oración servirá!" "¡Está bien, rezaré la única que recuerdo y que solía rezar mi padre antes de las comidas: Haz, Señor, que sepamos agradecerte lo que vamos a recibir!"
  • » Nada hay que supere la santidad de quienes han aprendido la perfecta aceptación de todo cuanto existe.
  • En el juego de naipes que llamamos «vida» cada cual juega lo mejor que sabe las cartas que le han tocado.
  • Quienes insisten en querer jugar no las cartas que les han tocado, sino las que creen que debería haberles tocado...son los que pierden el juego.
  • No se nos pregunta si queremos jugar. No es esa la opción. Tenemos que jugar.
  • La opción es: cómo..
  • Anthony de Mello – La Oración de la Rana.

ORACIÓN FINAL

Dios mío voy a hacer todas mis acciones por vuestro santo y divino amor. En el Nombre del Padre, y Del Hijo y del Espíritu Santo Amén.

Señor, soy tu valiosa creación, pero en ocasiones no lo tengo muy claro. Quiero deshacerme de esa duda. Permite que la verdad de que soy tu asombrosa creación llene mi corazón.

UEMBB
REFLEXIÓN DEL DÍA UEMBB.

ORACIÓN:

¡Oh alto y glorioso Dios!
ilumina las tinieblas de mi corazón.
y dame fe recta,
esperanza cierta y caridad perfecta,
sentido y conocimiento, Señor,
para que cumpla tu santo y veraz mandamiento.

Nosotros