Dos moneditas

Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas; pero el que trabaja solamente por la paga, cuando ve venir al lobo deja las ovejas y huye, porque no es el pastor y porque las ovejas no son suyas. Y el lobo ataca a las ovejas y las dispersa en todas direcciones. Jn 10, 11-12 

En aquel tiempo, levantando los ojos, Jesús vio a unos ricos que echaban sus donativos en las alcancías del templo. Vio también a una viuda pobre, que echaba allí dos moneditas, y dijo: “Yo les aseguro que esa pobre viuda ha dado más que todos. Porque éstos dan a Dios de lo que les sobra; pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para vivir”. Lucas 2, 1-4

Reflexión

Jesús se dio cuenta de cómo la gente rica a su alrededor ponía dinero en el tesoro del templo. Pero luego se fijó en la viuda pobre que puso dos pequeñas monedas en el tesoro.  Jesús estaba profundamente conmovido por su amorosa generosidad. Dijo, "Esta pobre viuda ha puesto más que cualquiera de ellos". A Jesús no le interesaba cuánto daba la gente, pues era Dios y no se le da muy bien eso de las medidas humanas, sino la generosidad de corazón con la que se daban estas limosnas. Ella estaba luchando, después de haber perdido a su marido, para llegar a fin de mes. Y aún así, quería dar estas dos monedas. Estaba impulsada por el amor y la generosidad. Jesús conocía su corazón. Él conoce nuestros corazones también, como damos y servimos a los demás. Ningún acto de bondad que hagamos en Su nombre será olvidado.

Nuestro artista americano contemporáneo, Richard Colón, describe la lectura de hoy de una manera inteligente. Vemos una balanza, sostenida por la mano herida de Cristo. Las dos monedas tienen más peso que las riquezas del otro lado de la balanza. Por supuesto que estas balanzas y nuestra lectura del Evangelio de hoy no sólo se refieren al dinero. Se trata tanto de ser generosos con nuestro tiempo, iniciativas, energía, bondad, talentos y habilidades para servir a los demás. Es la generosidad de corazón en todos los sentidos lo que se está tratando aquí... Hay una diferencia entre simplemente "dar limosna" y compartir plenamente con nosotros mismos.

By Patrick van der Vorst y Br Juan Carlos Arias Bonet, LC